domingo, 28 de febrero de 2010

El último mártir engrosa una larga lista

Cubamatinal / En ocasiones, un hecho conmovedor consigue hacer olvidar otros crímenes ocurridos en el pasado. Eso depende de la magnitud y la profundidad de la respuesta emocional de quienes la padecen. El fallecimiento de Orlando Zapata Tamayo, reune los requisitos para quedar indeleble en el alma de la sociedad mundial.

Por Sinue Escolarte

La Habana

Durante los últimos sucesos de violencia y represión perpetrados en la isla por el régimen, escribí, que estaba a punto de aparecer un martir y que eso seria fatal para la sangrienta dictadura que desgobierna. Ya produjeron el martir y se están viendo las consecuencias.

El tirano Raúl Castro enseño' su cinismo, su barata hipocresia mafiosa, al lamentar la muerte del hombre al que asesino', mostrándose cobarde y evasivo, al intentar culpar a Los Estados Unidos del dramático desenlace, para ocultar tras la mentira, que el joven opositor pacifico era negro, un obrero albañil que fue capaz de mantener su decoro, su dignidad y sus principios por sobre las torturas y las golpizas que lo condujeron a la arbitraria decisión estatal de condenarlo nueve veces dentro de la prisión, por continuar denunciando, hasta sumarle mas de 30 años a su inicial condena de tres.

Cuantos ante tal abuso de poder, ante tanta impotencia, hubieran optado por la huelga de hambre con la disposicion de morir antes que mantenerse humillado? Es un acto de extrema valentía. Solo con una elevada convicción ética y moral se llega hasta el fin de tal propósito. Ellos lo sabían y lo dejaron morir. Su madre Reyna Zapata tiene la razón. Fue una muerte premeditada. Por eso es un héroe, por eso, un martir que no se borrará facilmente de las ideas de libertad que va adquiriendo el pueblo y servirá de estimulo para continuar la lucha.

Esta injusticia criminal demuestra de lo que son capaces Los Castro, en su afán de sostenerse en el poder por la fuerza. Aceptan ante la disyuntiva que se aprecia por la inconformidad, el descontento y las continuas protestas en todo el país, el gasto de su capital político, por tal de dejar claro hasta donde pueden llegar para incrementar el miedo, utilizando el viejo método del chantaje, las detensiones, las amenazas y el asesinato como escarmiento. Fue premeditado porque se les advirtió con tiempo suficiente y por los 83 días que duro' su martirio, lo que es hoy una triste realidad, la posibilidad de su muerte.

Se informó por todas las vías posibles, tanto en Cuba como en el extranjero y a diversas organizaciones internacionales, embajadas y países el peligro que corría, sin que nadie hiciera nada. El máximo exponente fue sin dudas el presidente de Brasil Lula Da Silva cuyo prestigio y popularidad deben descender ante su indiferencia y silencio. Si tiene consciencia, no debe andar muy bien.

Pero no es el único crimen, recordemos los miles de fusilados desde que la revolución hizo su trágica aparición. Los miles de fallecidos en el Estrecho de La Florida huyendo de su terror. Los ahogados incluyendo niños, en el hundimiento del remolcador 13 de Marzo. El injustificado derribo de las avionetas de hermanos al rescate. Los miles de enviados a morir en una inútil causa en África como "internacionalistas". Los tres jóvenes fusilados por el desvío de una lancha para escapar del infierno cubano y muchos más.

No son los únicos crímenes. Deben recordarse las bien conocidas torturas físicas mil veces denunciadas, las psicológicas, el acoso político y la pobreza extrema, que han provocado la separación familiar y la diáspora en la que se encuentran cuatro millones de personas.

Acaso no es un crimen humano retener secuestrados por tiempo indefinido en Cuba a los cientos de niños y otros familiares de los que denominan médicos desertores como castigo, sin tener en cuenta el sufrimiento y las consecuencias por la separación. El conocido caso de Brayan Basulto de 10 años, separado sin saber hasta cuando de sus padres, con entrada en territorio norteamericano hace mucho, ilustra lo expuesto.

El martir Orlando Zapata Tamayo murió por esto y más, por eso debe ser la gota que haga derramar la copa de muchos indiferentes o pasivos ante el abuso y la imposición que durante 51 años hemos padecido.

Es doloroso que América Latina permanezca al margen ante un hecho tan cruel y proponga unidad, permitiendo que Venezuela y Cuba, países sin respeto visible a los derechos humanos, formen parte de una coalición y dejen fuera a Honduras que vive en verdadera democracia. Es imposible así conseguir unidad.

Europa esta condenando y Estados Unidos debe hacerlo más. Pero somos los cubanos los que compartiendo el ejemplo de los hondureños, de los que luchan contra la oclocracia en Ecuador y los que se oponen en Nicaragua, Bolivia y Venezuela, los encargados de responder para demostrar al mundo que el desajuste y la semilla de la discordia que ha creado el proyecto "socialista", dejando como saldo miseria, destruccion y muerte, mientras existan hombres de la talla de Orlando Zapata Tamayo, será arrancada definitivamente de nuestro territorio.

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