martes, 8 de noviembre de 2011

Vegetales a precios prohibitivos Martes




08 de Noviembre de 2011 00:00


Escrito por Lucas Garve


Mantilla, La Habana


(PD) La ventaja de comer vegetales frescos es indudable para la salud humana, pero no lo es tanto para la del bolsillo. Para comprar vegetales en la capital cubana hoy por hoy hay que cargar con una jaba... Pero sépalo de una vez por todas: con una jaba repleta de billetes.

La libra de tomates anda por los $ 20. La ristra de cebollas moradas $40 y las de cebolla blanca grandes y tiernas la libra se remontó a $ 25, así qué haré en un mes con dos cebollas que son casi unos $50. Un mazo de acelgas $ 7, uno de habichuelas lo mismo y los aguacates que ya están fuera de temporada $ 12 los chiquitos y los grandes a $ 15. Los ajíes pimientos rondan los $ 5 cada uno. Un mazo de cebollinos, de $ 7 a $ 10, y una col, que parece compuesta por hojas de papel de China por su poco peso, vale $ 10. Y eso es en el mercado de la calle Porvenir, cerca de La Palma, porque si va para el del Vedado, en 19 y B, me cuentan que todo es más caro aún.

En diferentes emisiones de radio locales se escuchan opiniones de que hace falta una reforma de los salarios. Pero, vayamos a ver si los reforman entonces en qué quedamos, porque si los precios de todos los comestibles y los artículos de primera necesidad no bajan de precio, para qué molestarse.

Aclaran que todo está en estudio. Más resulta que "en estudio" están muchas otras cosas en este país y todavía no vemos que la "cosa" (la situación económica del país) salga del marasmo, la ciénaga, el pantano, en que estamos metidos hace tantos años.

Mientras, variados programas televisivos sobre alimentación humana proponen el consumo y la preparación de platos exóticos a nuestra cultura alimentaria tradicional. Como consecuencia, solamente podemos entonces quedarnos asombrados de que si para preparar un plato de comida china hacen falta 14 ingredientes, únicamente en nuestra cocina tengamos un caldero rojo, de aquellos que vendieron hace unos años atrás a más de un centenar de pesos, durante otra de las campañas que nos prometieron iban a mejorar la vida y luego sólo nos la complicaron un grado más.

Si la consigna gastronómica de hoy es una dieta con más vegetales, nadie nos ha dicho cómo conseguir el billete necesario para comprarlo. Incluso con las lluvias recientes, no obtenemos más resultado que un buen catarro para el que no hay ningún jarabe o poción a mano en las farmacias para aliviarlo, pues de aumento y abaratamiento de la producción de vegetales, nada.

El perejil, por sólo tomar un ejemplo, está perdido. Últimamente, el mazo de perejil corría hasta la meta de $ 5 por unas ramitas tan escuálidas que tenías que agarrarlas bien apretadas para que no se cayeran de la mano.

¿Todavía no han desembarcado las zanahorias tan apetecibles en una sopa? ¿Qué se hicieron las malangas la semana pasada en La Habana?, me preguntó una amiga con mirada de investigadora policial. Mientras, un hombre maduro que revisaba cerca de nosotros unos boniatos, respondió con sorna: "El bloqueo que no las deja llegar".

garvecu@yahoo.com

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